miércoles, 17 de agosto de 2011

JOVENES LIBRES DE SU PROPIA JUSTICIA


Romanos 10:1-3 Hermanos,  ciertamente el anhelo de mi corazón,  y mi oración a Dios por Israel,  es para salvación.   Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios,  pero no conforme a ciencia.   Porque ignorando la justicia de Dios,  y procurando establecer la suya propia,  no se han sujetado a la justicia de Dios;
En este pasaje de las escrituras, el apóstol Pablo, dirige una carta a los cristianos en roma, y les comenta, que tiene un anhelo en su corazón, de tal manera que ora a Dios por sus hermanos israelitas para que sean libres, y que sus hermanos tienen un deseo profundo por servir a Dios, pero no tienen el nuevo y verdadero conocimiento de Dios. Y por no tener esta manifestación nueva de Dios en sus vidas, se aferran obstinadamente, a lo viejo que Dios dijo. En resumen la expresión es: no es lo que Dios dice, sino lo que mi RELIGION dice.
Pero si lo lleváramos a nuestras esferas de habitad diríamos: TU no tienes la razón,  YO SOY el que tengo la razón y punto” y esto revela que el puente que une la relación está roto o derribado.
Así como las naciones, tienen su propio organismo de Justicia, unos le llaman Palacio de Justicia o La corte suprema de Justicia, este órgano tiene la facultad de juzgar o hablar que es justo, quien tiene la razón, entre las partes que están en conflicto. De igual manera cada ser humano tiene en su corazón  su propia corte suprema de justicia, basada en todo el conocimiento que aprendió en la vida, sin Dios.
Por lo tanto, un buen día Dios decidió visitarte es decir Dios te hablo a través de alguien,  pero surge tu justicia propia, y sales tu en calidad de juez, y dices: “no estoy de acuerdo, que este sea el tiempo en que tengo que entregarme al Señor.
Otro ejemplo: Dios te dice: “tienes que limpiar tu corazón” y tú dices: quien te ha dicho que lo tengo sucio, yo estoy limpio, no te recibo esa palabra, me ofendes, ya no quiero caminar contigo Dios” eso es tu propia justicia.
Ninguna persona te puede decir nada, ni siquiera Dios, siempre tienes una respuesta, para todo te justificas, y te haces la víctima.
Miremos otra esfera el matrimonio: las escrituras dicen: que cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio son un solo cuerpo, ya no son dos.
Son un solo organismo vivo delante de Dios. Si son un cuerpo ¿cuál es la justicia de ese matrimonio? Ahí está el gran problema de muchas parejas cuando viven en un mismo habitad dicen:   “así no es, es así”  “la esposa: porque me gritas (injusticia), dice el esposo: YO no te estoy gritando (justicia), etc. La pregunta ¿quién tiene la razón?
Necesitamos una Justicia que esté por encima de nuestra propia justicia, que cuando esa justicia se pronuncia, todo lo demás queda invalidado, toda discusión llega a su fin.
Las escrituras dice: Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela  por medio de la fe en Cristo y para que tengamos la fe de Cristo (Romanos 1: 16)
Quiero decirte, que aparte de tu propia justicia, y la justicia de las naciones esta la justicia de Dios.  Dios es justo, Dios es recto, pero también es AMOR.
La justicia de Dios viene cuando confías  en Cristo como tu verdadera vida. Cuando oyes su palabra, su voz, créele sin temor porque él  es justo. Cuando la justicia de Dios se revela produce en ti seguridad en lo profundo de tu ser.
Tengo un anhelo en mi corazón, y estoy orando a mi Padre, por todos los jóvenes y los matrimonios, para que no ignoren más a Dios, y dejen de estar justificándose, y puedan ser totalmente libres de su propia justicia por Cristo.
 Texto de complemento: 1 samuel 15: la justificación del rey Saul con el Profeta Samuel.

Pueden poner ejemplo: de la relación de Padre a hijo y viceversa
En la esfera de noviazgos. Donde se para justificando sus carnalidades o malos habitos.

 Preguntas de Reflexiones: ¿Señor, que me quieres enseñar hoy? ¿Señor, que quieres que haga? ¿Señor, en que me comprometo? DIOS LES CONTINÚE BENDICIENDO PASTORES BENJAMIN Y CAROLINA VARGAS